Vuelo solitario

Poema de Jorge Smerling

Ave solitaria, recorro el cielo con mis alas totalmente abiertas.

Ave solitaria, recorro el mar alejándome y acercándome a la orilla.

   Solitario desde mi círculo de altura observo

lo fugaz que apenas se detiene y pierde, se pierde y se va

e invisible como todas las cosas, suelta el Amor y desaparece.

Ave solitaria, en la altura y como la rosa detenida del alba

observo el universo que llevo sobre mí

y tanta belleza de incompresibles formas

que crea una nueva forma y la llama El Hacedor.

Solitario poseo la intemperie

y nunca entenderé que el hambre sea una flecha, allí debajo,

y el frío y el sueño, la soledad y la rota vida también.

Ave solitaria, desde esta altura quisiera no ser más

ese ojo redondo que puede explicar en sus variados ejercicios de vuelo

cómo vivir mejor aún cuando se vivía indigente bajo la lluvia.

He nacido para vivir

     muy solo,

como todas las cosas del universo

y aparearme por una ley de trampas de Belleza

y eterna continuidad de tantísimos simulacros.

       Soledad:

hazme volar simplemente como un ave feliz sobre la Tierra.

Y así, entonces, podré observar con mis ojos redondos

la otra parte del mundo

       donde Dios

sea igual que un barco amarrado a la esperanza segura,

y no como mis viejos párpados

que guardan tanta humillación.

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