La Editorial Victoria Ocampo ha publicado en el mes de julio del 2023 un texto denominado Cuentos Selectos, de la escritora María Esther Vázquez, seleccionados y presentados por el escritor Miguel Vendramin, quien es vicepresidente de la Fundación Victoria Ocampo. La elección de estos cuentos comprende los siguientes libros publicados por la autora: Los nombres de la muerte (1964), que lleva un prólogo de Jorge Luis Borges, de quien la autora fue amiga y colaboradora en los ensayos Introducción a la literatura inglesa y Literaturas germánicas medievales, además de acompañarlo en conferencias en nuestro país y en el exterior. Para un jardín cerrado (1970). Invenciones sentimentales (1980). Desde la niebla (1988) y Crónicas del Olvido (2004) el último texto de cuentos que la autora publicó en su vida.
La prosa de María Esther Vázquez trasciende las modas y los tiempos. A pesar de que estos relatos fueron escritos en décadas pasadas, su lenguaje, no es recargado en adjetivos, ni barroquismos de prosa poética y oraciones subordinadas, muy empleadas por escritores de la generación de los 60 y 70. Por el contrario, sin llegar al estilo oral y llano actual de ciertos narradores, su prosa es ágil y a la vez elaborada, y no por ello es extemporánea, ya que adquiere rigurosa actualidad. Relata con el tiempo necesario, ni muy rápido ni con lentitud, pasa de una escena a otra. No es hermética, ni tan explicita. Muestra situaciones apremiantes o dolorosas y en otras hace uso de lo implícito, sin explicar tanto al lector. Tiene una mirada humanista que atraviesa sus historias, el espacio, su Buenos Aires natal; Galicia, la tierra de sus mayores, y los tiempos de su infancia, juventud y madurez. En ocasiones, sus cuentos encuadran un espacio y tiempo histórico lejano y cierta nostalgia y melancolía conducen la lograda carnadura de sus personajes, que muchas veces son apáticos y velados emocionalmente. Es una autora, que no sólo se concentra en el lenguaje y la información, si no que cuenta historias, de “estructura clásica”, como señala Miguel Vendramin en su presentación. Utiliza diálogos de gran realismo, descripciones detalladas, con un lenguaje urbano acorde a las épocas de los relatos.
En Los nombres de la muerte, escrito en primera persona, la narradora, Mercedes, es una adolescente. La tía Paula la pasa a buscar por el colegio de monjas donde está pupila. El ámbito se llena de misterio y de fe religiosa. Se reza el rosario en la capilla ardiente y Mercedes se enfrenta con la ausencia de su padre y con “los nombres terribles, vergonzosos y prohibidos de la muerte” de su madre.
La presencia de la muerte, en El Padre Marcial, esta vez ocurre por una crecida del río Tea, que quería arrasar con los molinos cercados por el agua. La protagonista, que vive en Buenos Aires, va de visita a la tierra de sus mayores. La reciben dos ancianos, su tía Julia y su hermano, el Padre Marcial, y es allí, a causa de la inundación, donde presencia una muerte espantosa. Pero la autora sabe también escaparle a la muerte y hacer uso del humor, con fina ironía, acompañada de una minuciosa recreación de época que brilla en el relato La visita. Las hermanas Castro, solteronas, delgadas, vestían de oscuro y frecuentaban la iglesia, deciden invitar a tomar el té a su sobrino Lusito y su novia Marta. Esto ocurre en la Navidad del 42, el padre de la novia salía seguido en la sección sociales de La Nación y Marta y su madre en la revista El Hogar. Las tías prepararon la vajilla de Limoges, la platería, los candelabros, los bizcochitos de anís con dulce de higo, las fuentes rebosadas de comida y eran las seis y los novios no venían. En las últimas páginas, con una situación risueña, la autora da cuenta de lo insólito de esa demora.
Como relata Miguel Vendramin en su presentación, “la selección intenta presentar un variado espectro: cuentos realistas, referidos casi siempre a personajes o episodios históricos, a menudo en Galicia, la patria de los antepasados de la autora”. También hay cuentos fantásticos como El viaje de Lucio, donde el protagonista, un joven que caminaba ayudado por muletas, pinta un cuadro inacabable hasta que desaparece misteriosamente. Dentro de los fantástico podemos incluir los de ficción histórica, como La Confesión, en el que partiendo de datos y un contexto histórico real, se ficcionaliza a la reina Isabel La Católica, en la Reconquista española del Reino de Granada, en manos de los musulmanes. En este cuento, la autora pone en jaque, al mejor estilo del escritor argentino Cesar Aira, la necesidad de la verosimilitud de la situación que se relata. Esta circunstancia, le da mayor logro a este texto. También ambientado en una época cercana a los años mil quinientos, El tiempo del Honor, se sitúa en Santiago de Compostela, donde los señores, piadosos y bondadosos con sus siervos, eran feroces con sus enemigos. En ese contorno de fervores religiosos se crea un conflicto con la reliquia de Santa Bárbara, resuelto acorde a los cánones de la época.
En La última batalla también se ficcionaliza lo histórico, cuando arriba desde España al Virreinato del Río de la Plata, el hijo de una familia noble y pobrísima, al servicio de un conde. El protagonista participa con los criollos para repeler las invasiones inglesas y en 1810 tiene que elegir entre los realistas y los patriotas. Años después, en el final de una batalla, lo sorprende una circunstancia en la que se apiada de un realista, herido, a punto de morir. Otro cuento histórico, Jinetes en la madrugada,transcurre en 1871 durante la última etapa de la epidemia de fiebre amarilla en Buenos Aires, donde murieron miles de personas.
Estos cuentos abarcan diversos temas, como la muerte, el amor, la compasión, la religión católica, en personajes que en varias oportunidades son mujeres jóvenes, adultas y mayores: tías, madres, abuelas, hermanas y primas de vidas opacas y rutinarias en que una situación inesperada las saca de su mundo. Otras veces, son primos, padres y hermanos. Todos ellos, hombres y mujeres, discurren entre la culpa, la identidad y el desamor, como en El fondo oscuro de la copa. La protagonista viaja a Galicia, la casa de sus ascendientes, donde le es revelado un mal amor familiar. También hay adolescentes que descubren el sexo como en el cuento La Pérgola, ambientado en Mar del Plata, en la década del 40. Se describe con sutileza una escena que a los personajes les resulta vergonzosa.
Varios relatos están adaptados en un ámbito familiar, como Mercedes, escrito como otros, en primera persona. Julio, el personaje principal, relata un hecho, “el descubrimiento gozoso del amor y la desdicha”, ocurrido con Mercedes, apodada “la monja” en el verano de 1944. El disparador es una foto tomada en la playa. Es interesante la ambientación costumbrista que realiza la autora de la Mar del Plata de aquella época: “Por las tardes, no se iba a la playa, no era bien visto. Sólo tomaban sol, después del almuerzo, mucamas, mucamos y mozos”. Julio recuerda el jardín de las tías ubicado en el punto más alto de la Playa de los Ingleses y que él era “el festejo” de Inesita. Las historias familiares están también recreadas en La Prima Julia.Dos hermanas acompañan a su abuela a visitar a María Julia, de “rostro marchito y perfumado”, quien estudia dibujo y pintura. Un hecho desafortunado hizo que no saliera más de su casa y cuando murió su madre volvió a pintar, pero el final revela un “testimonio atroz”.
Es de destacar el cuento El Elegido, que aborda la temática borgeana de la inmortalidad, pero en este caso no con el agnosticismo de Borges, si no con la fe católica de la autora.
María Esther Vázquez tiene una veintena de libros publicados entre poesía, cuentos, biografías, entre ellas Borges, esplendor y derrota, Editorial Tusquets, (1996), entrevistas y recuerdos. Fue fundadora y presidenta de la Fundación Victoria Ocampo. Ganó dos veces el Primer Premio Municipal (categorías poesía y cuento) y tuvo varias distinciones, como la Medalla de la Hispanidad.
Miguel Vendramin es autor de distintas antologías, entre ellas A orillas del cielo y el infierno, Editorial Victoria Ocampo, (2008) y Reverendos, cuentos de curas (2016) Grupo Planeta. Es prosista de El hombre que lee (2017) El Enigma Verlaine (2020) y Vidas no tan secretas (2022) publicados por la Editorial Victoria Ocampo.