Solos Fanes Descangayados

Por Omar Ramos

“EL SECRETO DE UNA BUENA VEJEZ NO ES OTRA COSA QUE UN PACTO HONRADO CON LA SOLEDAD”  

Solos, Fanés, Descangayados, subtítulo: La representación social de las personas mayores en el tango, de las autoras Graciela H Giuffrida y Cristina Pérez Cid, publicado por Grupo Editor Universitario ( 2025) es un ensayo minuciosamente trabajado en cuanto a la investigación, los datos, estadísticas, las citas de otros autores, además de la opinión y reflexiones de las escritoras, en un recorrido que comprende también, desde el carácter social de los adultos mayores, en la historia de la humanidad,  hasta el tango como expresión de identidad cultural.
El epígrafe de Mario Benedetti en el capítulo Envejecimiento poblacional: “La clave es ser jóvenes hasta morir de viejos” denota el aumento de la proporción de personas de 65 años y más en el total de la población debido a los nuevos sistemas sanitarios y la tecnología que favorecen a la prolongación de la expectativa de vida. También responde al descenso de la natalidad, sobre todo en los países social y económicamente más desarrollados y a la disminución de  la mortalidad en edades avanzadas. Dato curioso es que la expectativa de vida entre las mujeres, 79 años, es mayor a las de los varones, 72. Claro que estos datos del aumento de la prolongación  de la vida son muy distintos en países de África, en sectores de Asía e incluso en regiones de Latinoamérica donde no hay la tecnología sanitaria avanzada. En estos lugares la natalidad es mucho mayor que en los países centrales, a excepción de China que limita la cantidad de hijos que puede tener una pareja.          
El libro refiere que el tango es mucho más que un estilo de música que nació en Buenos Aires y Montevideo, es un mixtura que tiene que ver con nuestra inmigración y los pueblos  originarios, incluida la música africana. No por nada Jorge Luis Borges, a pesar de su educación eurocéntrica, sobre todo un admirador y estudioso de la literatura inglesa, pergeñó con maestría inigualable una poesía tanguera donde expresa la valentía de guapos y malevos.  
Giuffrida y Pérez Cid  no podían dejar de citar a Carlos Gardel cuya influencia fue más que significativa en la cultura nacional y hasta el día de hoy el tango y las canciones del “Zorzal criollo” son un marca registrada de lo argentino en el exterior. También hay un reconocimiento a las mujeres argentinas cantantes, autoras y directoras de orquestas.  
Este ensayo entrecruza al tango con el envejecimiento saludable, entendiendo este último concepto, según la Organización Social de la Salud (OSM), como un proceso continuo de oportunidades para mantener y mejorar la salud física y mental, la independencia y la calidad de vida. En los bailes denominados milongas se reúnen personas de distintas generaciones, siendo mayoría los adultos mayores, incluido extranjeros, lo que favorece una inclusión comunicacional que siempre es enriquecedora.
Es de destacar el capítulo titulado El Viejo en el tango con transcripciones de letras, una de ellas Sonaste viejo (1928). “Sonaste, viejo/ y tus recortes/ ya no dan más/ cuando querés tallar”. O la emblemática letra de Esta noche me emborracho (1928), letra y música de Santos Discépolo: “Sola, fané, descangayada / la vi esta madrugada/ salir de un cabaret/ flaca/ dos cuartas de cogote……/ parecía un gallo desplumado”.           

La pérdida de la juventud recorre muchas letras de tango como Cuesta abajo (1934) con letra de Alfredo Le Pera y música de Carlos Gardel e incluso algunas tienen ironías o burlas sobre la viejos: Cuando un viejo se enamora (1942). El paso del tiempo como algo inexorable en Tiempos viejos (1926) con letra de Manuel Romero y música de Francisco Canaro. “¿Te acordás hermano? ¡Qué tiempos aquellos! / Eran otros hombres más hombres los nuestros”. La ilusión de que todo tiempo pasado fue mejor lleva a la creencia de que la masculinidad de los años anteriores es superior. Ahí se entrelazan la nostalgia, la tristeza y la depresión con las reminiscencias.
En Viejos amigos (1965) el protagonista evoca su antiguo barrio. Es que la nostalgia, la melancolía, la soledad y las emociones profundas son usinas de la memoria donde surge la inspiración del poeta, los sentimientos plasmados en este caso en letras de tango. La narrativa, sea cuento, novela o ensayo, en cambio, está escrita desde la racionalidad, con un sentimiento generalmente más moderado que el de la poesía y algunas veces el inconsciente juega su rol.
Es una constante en el tango la añoranza que algunos la asocian con el inmigrante que llegó a estas tierras y por más que intenté integrase, una parte de él siente la morriña por el país que dejó. El abandono o el amor no correspondido también están presentes en el tango. Nostalgias (1935) “Quiero emborrachar mi corazón / para olvidar  un loco amor/ que más que amor es un sufrir”. También el tango refleja en ocasiones una crítica, muchas veces sarcástica, sobre los amores de la vejez. En Viejo verde (2013) con letra y música de Pipo Cipolatti: “Viejo verde/ la niñez es tu pasión/ tus romances/ van a llevarte al cajón.”
Es muy ilustrativo el dato de este ensayo en cuanto a recategorizar la edad de las personas, retrasando la vejez. La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica la edad adulta en varias etapas. a) Adulto Mayor o Anciano joven de 60 a 74 años. b) Anciano de 75 a 90 años. c) Anciano longevo a partir de los 90 años.       
En definitiva Solos, Fanés, Descangayados tiene la virtud de informar mediante una rigurosa data sobre la representación social de las personas mayores en el tango, sin una densidad académica, lo que le da mayor alcance de lectores a este libro, a lo que se suma una variedad costumbrista y amena que es la textualidad de las letras de tango de las diversas épocas.
El párrafo final del libro es un logro y pertenece nada más ni nada menos que a Gabriel García Márquez en Cien años de Soledad: “El Coronel Aureliano Buendía comprendió que el secreto de una buena vejez no es otra cosa que un pacto honrado con la soledad”.
Por último, las autoras citan una cuantiosa bibliografía que va desde  Confesiones de San Agustín pasando por Heidegger, Rozitchner, Sábato, Horacio Salas, Salvarezza y otros. También se cita el Material de Internet, Revistas y Publicaciones.      
Graciela H Giuffrida es médica recibida en la UBA. Cursó Psiquiatría en APSA.   En 2014 empezó la carrera de Intervención y Gestión Gerontológica en UNTREF. Ejerce la docencia en los distintos campos académicos, en temas relacionados con el envejecimiento saludable, los trastornos cognitivos y las demencias.  Desde 2011 está a cargo del Taller de Creatividad y Desarrollo Personal del Programa UPAMI-UNTREF.
María Cristina Pérez Cid es licenciada en Servicio Social (Universidad del Salvador, 1981) con una trayectoria profesional en el área de salud. Se desempeñó como trabajadora social  en el Hospital de Clínicas  y en el Hospital Italiano de Bs As. En 1990, residió en Bahía Blanca, donde trabajó en el Hospital Privado del Sur  y en el Hospital Interzonal Dr. José Penna. En 2013 de regresó a Bs As y desde entonces se desempeñó como perito en el Poder Judicial de la Nación. En 2016 se especializó en Intervención y Gestión Gerontológica (UNTREF).